AVAT hace un balance positivo de la temporada 2024, aunque no se ha llegado a colgar el cartel de completo y hay casas vacacionales que ni se comercializan. FOTO: Diario de Ibiza.
FUENTE: DIARIO DE IBIZA (suscripción), 4 NOVIEMBRE 2024
Toni Escandell Tur
Del total de plazas de alquiler vacacional legalizadas que hay en Ibiza, unas 18.500, no todas están comercializándose, según explica José Antonio Llano, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales (AVAT) de Ibiza y Formentera. «Antes de la pandemia había 21.000 plazas concedidas, aproximadamente. Después, muchas salieron del mercado turístico y volvieron al residencial, y otras muchas perdieron la licencia, hasta llegar a las 18.500 actuales. Pero incluso dentro de éstas estimamos que hay un porcentaje de un 15% que no están operando, que en su día solicitaron la licencia pero que nunca han llegado a comercializarse», señala Llano, quien hace hincapié, por tanto, en la necesidad de luchar contra el alquiler turístico ilegal de pisos.
«En plazas legales, desde luego que no ha habido crecimiento. Lo que puede haber aumentado es la oferta ilegal, muchas veces motivada por esos pisos y en otras por viviendas que no han podido pasar al mercado reglado y cuyos propietarios desearían poder hacerlo», señalaba ya en abril en declaraciones para Diario de Ibiza, cargando, por tanto, la responsabilidad de la falta de vivienda en los alquileres vacacionales en plurifamiliares, que son ilegales. Defendía entonces que sus «casas, por sus características, dimensiones y precios, no están destinadas al alquiler residencial».
Así, afirma que, aunque es difícil saber con exactitud cuántas plazas se están explotando, esta temporada «desde luego que las legales no han estado al 100% de ocupación». Sin embargo, el balance que hace de la temporada es positivo, en línea con las patronales de la mayoría de sectores económicos de la isla. «Ha sido diferente, venimos de las de 2022 y 2023, que fueron excepcionales, y los datos son inferiores a los de estos años anteriores, pero es lógico. Hemos tenido un año bueno, condicionado por el intrusismo», en referencia, de nuevo, a los pisos, porque Llano aboga por legalizar el uso turístico de casas vacacionales que actualmente no cuentan con licencia debido a la moratoria, pero que «por sus características, podrían pasar a formar parte de la oferta reglada».
«Desfase de 5.000 plazas»
«Hay una demanda de este tipo de alojamiento, y lo que pedimos es que en vez de estar operando ilegal o alegalmente, estas viviendas entren en la oferta reglada. Mucha gente quiere entrar y no puede (...) Creemos que hay un desfase de unas 5.000 plazas entre la demanda y la oferta legal. No hablo de crecimiento, sino de sacarlas de una alegalidad y tenerlas localizadas, supervisadas, controladas», asegura.
Juan Miguel Costa, director insular de Turismo, dijo, en declaraciones a los medios durante un receso del X Congreso de Viviendas Vacacionales de Eivissa celebrado esta semana, que habría que estudiar esta petición entre todas las partes: «Hay 9.000 plazas turísticas afectadas por la moratoria, de las que no se hace uso, y hemos de saber, entre toda la sociedad civil, no solo AVAT, qué queremos hacer con esas 5.000 plazas: si queremos continuar creciendo en plazas turísticas, si creemos que ya hemos llegado al tope, sean hoteleras o de vivienda vacacional, y si de alguna manera las hacemos desaparecer o buscamos alguna solución intermedia. Esto se tendrá que hablar, es un melón que habrá que abrir en los próximos meses seguramente, y a partir de aquí buscar una solución consensuada y aplicarla».
De esas 21.000 plazas que llegó a haber de alquiler vacacional, una parte se fueron al mercado residencial y otras perdieron la licencia. Según indicaba hace poco a este diario Mariano Juan, vicepresidente primero del Consell y conseller de Lucha contra el Intrusismo, en los últimos dos años la institución insular ha dado de baja 500 plazas en viviendas unifamiliares por «incumplimientos varios» por parte de los titulares de la licencia.
«Todos contra el intrusismo»
Las plazas hoteleras, por otra parte, son alrededor de 80.000. Llano defiende que hoteleros y propietarios de viviendas vacacionales tienen que ir juntos en la lucha contra los pisos turísticos. «Hoteles y unifamiliares turísticas no competimos porque cada producto tiene una demanda específica. Pueden convivir, como están haciendo, siempre y cuando no haya esa oferta ilegal en pisos, cosa que nos perjudica a ambos».
